Situado en el norte de Gandía (Valencia), este edificio ocupa la totalidad de una parcela de 966m2.
Bajo una estética acorde al emplazamiento Mediterráneo de la localidad se alzan cuatro plantas en las que se ubican un total de 46 viviendas de Protección Oficial, con una superficie construida de 3.489m2. Por debajo del nivel de la calle se disponen en dos plantas sótano 46 plazas de aparcamiento. La superficie total de la intervención es de 5.421 m2.
El programa de este concurso de ideas exigía la proposición de formatos de vivienda a partir de los nuevos modos de habitar. Destinados a personas jóvenes, estos pisos se plantean como espacios flexibles que permitan cambiar y moldearse según los usos y la transformación de sus habitantes con el paso del tiempo.
En nuestra propuesta hemos ido más allá de lo que se solicitaba en las bases, y hemos optado por realizar un edificio según el estándar Passivhaus. Anticipándonos al próximo cambio en la normativa del CTE y desde el máximo respeto al medioambiente, hemos proyectado un edificio de consumo nulo a través de las rigurosas exigencias que tienen los edificios pasivos que se quieren certificar como Passivhaus, además de buscar las estrategias medioambientales de la arquitectura bioclimática y potenciando el uso de materiales ecológicos y saludables.
Se propone un sistema constructivo industrializado a base de paneles de gran formato de madera contralaminada (CLT). Hemos optado por la industrialización de los procesos para reducir la duración de las obras gracias al trabajo previo en taller. La elección de la madera como elemento estructural se debe fundamentalmente a que se trata de un material ecológico. También es importante su mayor ligereza respecto al hormigón o el acero. Este dato influye también en la reducción de costes.
El aislante de los cerramientos verticales y horizontales es de fibra de madera, material natural y reciclable, procedente de explotaciones forestales sostenibles y certificadas. Por el exterior se usa el mismo aislante en un formato rígido que permite moldear y dibujar ondulaciones verticales, que acabarán dando, una vez aplicado el acabado de mortero proyectado, un componente estético y dinámico en las diferentes fachadas.
Las carpinterías son de madera con doble acristalamiento con control solar. Las viviendas disponen de sistema de ventilación mecánica de doble flujo con recuperador de calor entálpico. Un sistema de aerotermia proporcionará la generación de calefacción, refrigeración y producción de ACS. El sistema de instalaciones se completa con la generación de energía a través de paneles fotovoltaicos, que permiten producir más energía que la demandada, optando así a conseguir el certificado Passivhaus Plus, lo que demuestra que con este edificio se pretende que la sostenibilidad, la ecología, la eficiencia y el ahorro energético… sean elementos propios de los nuevos modos de habitar.