Pensar en los usuarios que van a hacer uso del edificio, es el motor de este proyecto. Conseguir que la gente que lo habite o que hagan uso del centro de día puedan estar a gusto, tranquilos, confortables…
De ahí que la solución sea una cosa tan sencilla como la propia sencillez, entendiéndola como una arquitectura fácil de interpretar por las personas mayores. Y serán ellos los protagonistas, no el edificio.
Centro de día
Se sitúa en planta baja alrededor de un patio central, que es el corazón del proyecto. Éste, desborda hacia el exterior por varios puntos, que ayudan además a organizar el programa del recinto, como es el caso del vestíbulo. Esta pieza conecta dos de los tres grandes bloques funcionales en los que se divide el centro de día. Uno de ellos es la zona de personal, consultas y administración; el otro son los usos motores del centro: talleres, sala de descanso y comedor. Esta parte del edificio, que será la que más disfrutarán los usuarios, busca la mejor orientación, retirándose del límite de parcela para crear un segundo patio delantero más soleado e independiente.
El tercer bloque lo forman los locales y la lavandería, y su funcionamiento se ha planteado totalmente independiente a los anteriores, aunque con el patio central como nexo de unión.
Viviendas
En las plantas superiores se encuentran las 46 viviendas, rodeando el patio central. Se accede a través de tres núcleos de comunicación con entrada independiente del centro de día. Hay viviendas en planta primera, segunda y tercera, exceptuando el módulo sur, que no llega al nivel más alto para conseguir más iluminación natural en el interior del edificio. Así se crea en esta zona una cubierta con un solárium ajardinado para el disfrute no sólo de los residentes, sino también de los usuarios del centro de día, que pueden acceder a partir de un núcleo de comunicación independiente.
Análogamente a la organización en torno el patio central de planta baja, las viviendas se agrupan alrededor de un patio más pequeño que cumple varias funciones: desde zona para extender la ropa hasta espacio de relación social entre vecinos.
Las propias viviendas han sido diseñadas pensando en las características de los usuarios, siendo los criterios de habitabilidad y accesibilidad elementos básicos en la solución final adoptada. Así un 90% de las 46 viviendas constan de un dormitorio, un baño adaptado, una sala-comedor, una cocina y un lavadero, adaptados a personas discapacitadas.
Desde un punto de vista constructivo y de diseño del edificio se han tomado una serie de medidas sostenibles. A nivel de materiales, se ha intentado escoger los que en su fabricación son poco contaminantes.
En cuanto al confort térmico se ha aislado por el exterior el edificio, evitando la aparición de puentes térmicos. También se ha optado para ajardinar algunas zonas de las cubiertas, a base de vegetación extensiva. El edificio está orientado pensando el mejor aprovechamiento de la luz y el calor solar. Así, en invierno el sol calienta el interior de los aposentos y en verano el sistema de protecciones exteriores protegen el sobrecalentamiento interior. También se ha conseguido que a todas las viviendas haya ventilación cruzada.
En la cubierta situada en cota más alta estarán ubicadas las placas de las instalaciones de energía fotovoltaica y de energía solar térmica.
En todas las cubiertas y patios habrá recogida de las aguas pluviales de cara a una reutilización para regadío, inodoros, etc.