¿Quién no recuerda estar en clase escuchando atentamente las lecciones de la profesora y sin saber cómo, empezar a distraerse pensando en otras cosas, a mirar el paisaje por la ventana o incluso a dormirse?
Seguro que a más de uno le han venido viejos recuerdos…
¿Y si os dijera que se pueden construir escuelas con un ambiente interior sano y saludable en las que los usuarios tienen mejor rendimiento académico?

Aulas saludables
Muchos habréis asistido alguna vez a una conferencia, o habréis tenido una larga reunión en el trabajo, o simplemente habréis pasado un rato en el interior de un espacio cerrado con muchas personas.
“Está el ambiente “cargado”»… o “Aquí huele a humanidad”… Estas podrían ser algunas de las frases que nos decimos en estos casos y llevan razón.
Ante la existencia de espacios con una ventilación deficiente y con una alta concentración de CO2 nuestro organismo se ve afectado y disminuye notablemente nuestra capacidad de atención y concentración.

Pues bien, en una escuela diseñada y construida bajo el estándar Passivhaus todos estos inconvenientes desaparecen. Gracias al control exhaustivo de la ventilación en el interior de las aulas, el ambiente es totalmente sano y saludable, potenciándose así los objetivos educativos.
Escuelas Passivhaus
La experiencia en edificios escolares ya construidos nos muestra con éxito que tener un nivel alto en la calidad del aire interior sumados al resto de requisitos que son necesarios para calificar un edificio como Passivhaus, suponen grandes beneficios tanto en la salud como en la capacidad educativa de sus usuarios.
Por eso, además de controlar la ventilación mecánicamente, para tener un gran edificio construido según las exigencias de la metodología Passivhaus, hay que tener en cuenta los siguientes conceptos:
-La compacidad de la edificación.
-Un excelente aislamiento térmico.
-El control de los puentes térmicos.
-Una gran hermeticidad.
-Colocación de ventanas adaptadas para Passivhaus.
-La importancia de elementos de protección solar para épocas de calor.
-Una alta capacidad de calor interna.

Y ahora, ¿os imagináis a vuestros hijos estudiando en escuelas saludables? Por suerte, a partir de 2019 la normativa obligará a que todos los edificios públicos sean de consumo de energía casi nulo (ECCN) y estaremos, por tanto, más cerca de ese objetivo.
Si queréis podéis dejar vuestros comentarios a continuación, explicando vuestras experiencias y de cómo viven vuestros hijos, sobrinos, conocidos, etc. en las guarderías, en las escuelas, en los institutos, en las universidades… ¿Veis factible mejorar las condiciones de los edificios educativos?
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