La arquitectura pasiva, englobada dentro de la arquitectura de edificios de consumo casi nulo ECCN (near zero energy buildings, nZEB en inglés), es la que consigue que los edificios tengan una demanda energética cercana a cero, es decir que para conseguir un ambiente interior confortable necesitan muy poco gasto de energía gracias a su alta eficiencia energética.
La Unión Europea, a través de la Directiva 2010/31/UE, recoge que a finales del 2018 los edificios públicos de nueva construcción deberán ser de consumo energético casi nulo, y a finales de 2020 todos los edificios privados. Con fecha del 2 de Junio de 2017 el Consejo de Ministros ha aprobado esta Directiva Europea mediante la modificación del RD 235/2013.
Ahora hay que preguntarse cómo se podrá llegar a construir este tipo de edificaciones y qué características poseerán. Los requisitos que tendrán que satisfacer estos edificios serán determinados por una futura modificación del Código Técnico de la Edificación.
Passivhaus
En la actualidad ya se pueden realizar edificaciones pasivas, a pesar de no existir ninguna normativa que lo regule. Una manera de conseguir que una vivienda, un edificio, una oficina, etc. sea de consumo casi nulo es mediante algún tipo de certificación sostenible que así lo acredite, como por ejemplo el estándar de construcción Passivhaus.
La certificación Passivhaus fue creada hace casi 30 años en Alemania y hoy es ya una referencia en toda Europa y a nivel mundial, con más de 25.000 unidades construidas.
La arquitectura Passivhaus se resume en 5 criterios básicos:
–Aislamiento térmico adecuado para conseguir gran confort térmico.
–Carpinterías de máximas prestaciones.
-Evitar la existencia de puentes térmicos.
-Gran hermeticidad y estanqueidad al paso del aire.
-Control de la ventilación para asegurar la calidad ambiental interior.
Los beneficios que se consiguen gracias a esta exigencia constructiva son numerosos y se traducen en una muy alta confortabilidad:
-Reducción en un 70% de las necesidades de climatización, tanto de frío como de calor, respecto al Código Técnico.
-Ausencia de ruidos provenientes del exterior.
-Temperatura interior constante, sin estratificaciones ni corrientes de aire.
-Inexistencia de partículas de polvo.
-Inexistencia de humedades.
En cuanto al uso de determinados materiales, no hay preestablecida ninguna obligatoriedad. Se puede utilizar cualquier material existente en el mercado, ya sea para el sistema estructural, para los cerramientos o para los acabados. Con ello se pretende que los costes de este tipo de edificaciones no sean superiores a los de cualquier tipo de construcción tradicional, y que el precio final vaya en función de las calidades que se le pretendan dar a la edificación.
Esto también influye en la adaptabilidad de este estándar a cualquier parte del mundo, sea el clima que sea y con las técnicas constructivas propias de cada zona.
Passivhaus no sólo hace referencia al uso de vivienda, del mismo modo son certificables usos no residenciales como escuelas, oficinas, bibliotecas, hoteles…
Las reformas y rehabilitaciones de edificios existentes también pueden realizarse bajo estándar Passivhaus, en este caso el sello pasa a llamarse EnerpHit.
En ZEB arquitectura estamos especializados en arquitectura sostenible, y acreditados por el Passivhaus Institut con el certificado oficial de Passivhaus Designer.
Creemos que la realización de edificios bajo el estándar Passivhaus supone una mejora sustancial en la manera de construir respecto a las exigencias constructivas actuales, hecho que aporta más valor a las edificaciones bajo este sello de calidad reconocido internacionalmente.
David dice
En términos % cuanto puede incrementarse el coste de una construcción Passivehouse frente a la construcción tradicional? Cuál podría ser el ahorro de kw/m2 año frente a la construcción tradicional?
José Vidal dice
Muchas gracias por preguntarnos, David.
El coste de una edificación Passivhaus, del mismo modo que cualquier otra edificación, dependerá de varios factores. Que un edificio esté certificado como Passivahus puede suponer un sobrecoste de un 5%-10% respecto a otro que sólo cumpla el con el CTE. También hay que tener en cuenta el sistema constructivo a emplear, los materiales, acabados, calidades, etc.
Respecto a los ahorros, podríamos establecer un porcentaje entorno al 90% en las facturas de climatización respecto a una edificación no Passivhaus.
De este modo, para una vivienda unifamiliar Passivhaus podríamos considerar que el sobrecoste se amortizaría al cabo de 5-6 años de media.